Impulsados por la Gran Comisión para su gloria

Celebramos la fidelidad de Dios durante tantos años, esta vez 78 Aniversario de los Templos Bíblicos. Tuvimos la oportunidad de tener al hermano y pastor Graham Poland, en la Iglesia Bautista Internacional (IBI), exponiendo el tema de la Gran Comisión (Hechos 1:8). En base a ese versículo animaba a no quedarnos en nuestra Jerusalén, a salir de nuestra zona de confort e ir un poco más allá de lo acostumbrado.

Hechos 1:8

Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

“Necesitamos orar para que la gente esté bajo la convicción del Espíritu Santo, sin convicción no habrá conversión’’. La iglesia de Tesalónica era un modelo para los de Macedonia y Acaya, ya que ellos habían divulgado la palabra, no solo ahí sino también en todo lugar. 1Tesalonicenses 1:4,  nos recuerda que cuando una persona es salva es Dios quién toma la iniciativa, y quién nos escoge, por ende debemos sentirnos seguros de nuestra salvación.

1Tesalonicenses 1:4

Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección; pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabra solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.  

‘’Un día el evangelio vino con poder y nos tocó, el Espíritu trabaja en quien escucha el mensaje, pero también trabaja en quien da el mensaje’’. Necesitamos orar para que cuando prediquemos el evangelio no sean palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu.

Los de tesalónica habían dejado los ídolos para acercarse a Dios, decidieron convertirse al Dios vivo y verdadero. Esto sucede cuando alguien escucha la palabra y la recibe por fe, el evangelio es poder. La fe de ellos fue conocida en todas partes, su historia de cómo salieron de los ídolos hacia Dios se expandió, fueron vidas transformadas.

V.9 Porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero.

“Muchas veces no impactamos las vidas de los que no creen en el evangelio, porque no vivimos una vida espiritualmente atractiva, y por ello no pueden ver a Cristo en nosotros, ni verse atraídos hacia él’’.

La predicación de la palabra debe ser clara, nuestro testimonio debe ser claro, y no puede estar empañado, para que así brille la luz del evangelio al momento de hablar de Cristo. A veces no estamos motivados para esta encomienda de gran impacto y alcance, pero tenemos una motivación que debería ser más que suficiente para impulsarnos a expandir el evangelio. El amor por las almas perdidas.

“No hay fuerza más grande que el amor, y si esto no nos impulsa a hablar de Dios nada lo hará’’.

El evangelio es el arte de persuadir a la gente con las escrituras de que tienen una necesidad que debe ser suplida, y esta solo la puede satisfacer Dios. ¿Qué significa esto para nosotros? ¿Qué cambios podemos hacer para expandir esta Gracia? Nosotros hemos recibido esta misión para glorificar a Dios, ahora bien… ¿Qué haremos con ella? ¿Nos quedaremos en Jerusalén o iremos más allá de nuestra Samaria?