Una vez una joven no creyente me preguntó en un culto ¿por qué te pones ese “trapito” en la cabeza? a lo que respondí… “Es un acto de obediencia que está en la palabra de Dios, y también lo hacemos por sumisión”. Sí, por sumisión. La Biblia nos enseña en 1 Corintios 11 las razones...